¿Os suena la situación de darle vueltas y vueltas a un tema sin llegar a una conclusión? O
¿Pensar y volver a esa situación una y otra vez? O ¿Cavilar acerca de un problema cuyas posibles consecuencias te generan una profunda angustia?
Pues bien a este proceso en Psicologia lo llamamos: Rumiación
¿Qué es la rumiación o darle vueltas a lo mismo?
Se trata de un proceso en el que entramos en bucle de pensamiento que nos afecta de manera negativa, resultándonos muy incomodo e incluso, en alguna ocasión, incapacitaste en nuestro día a día y puede provocarnos signos importantes de ansiedad o signos depresivos.
Es importante dejar claro, que el darle vueltas a algo no es negativo, al revés pone en marcha nuestros recursos para poner solución a esto que. Nos preocupa, esto lo hacemos cuando ponemos el Foco hacia afuera, es decir, hacia la Solución.
¿Cuándo nos suponen los pensamientos rumiantes un problema?
Cuando nuestro pensamiento recurrente no se centra en la toma de decisiones o soluciones sino que se focaliza en la repetición de las posibles consecuencias negativas o creación de posibles escenarios catastróficos que puedan estar sucediendo.
Es como entrar en un soliloquio acerca de un tema dándole vueltas y vueltas alimentándolo cada vez más, entrando en un bucle en que resulta difícil parar y que genera cada vez más estrés.
¿Por qué tenemos pensamientos rumiantes?
Puede ser por aprendizaje, es una manera de responder o de afrontar una situación. No hay que olvidar que su función es estar en alerta para protegernos de posibles peligros, pero que esta protección no es adaptativa.
¿Cómo te puede ayudar un psicólogo a este tipo de pensamientos rumiantes?
En consulta, se trabaja para:
-Identificar que causa y mantiene este estilo de pensamiento.
-Instaurar conductas alternativas mucho más ajustadas y funcionales.
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